La habitación libre

Conócete a ti mismo

Este aforismo se le atribuye a varios filósofos griegos, y sin tener en cuenta el contexto de la época, la función social de la mujer, el esclavismo y tal, diría que es porque si fuera una mujer diría: acéptate a ti misma.

He salido de la ducha y he estado observando mi cuerpo mientras me secaba. De nuevo he pensado en todas las cosas que cambiaria, pero, que en el fondo no cambiaría porque ya no jugamos a eso.

Me vienen comentarios que han hecho en otras ocasiones, siempre otras con cuerpos normativos o no, pero otras que es lo que me duele, culpándote hasta de las enzimas de tu estómago que dejaron de funcionar "eso es porque comiste mucho queso y claro, ahora tienes intolerancia". Intolerancia a la estupidez, por eso esta bilis que me sube...

Me pongo la ropa interior, hace años que decidí estar cómoda y pasar de los sujetadores de aro "se te han caído las tetas porque tardaste mucho en ponerte sujetador". Del que me pongo en la boca para no mandar a la mierda no dice nada nadie... Con los años también descubrí que las tetas tienen sus propias formas, no todas tienen forma de gota de agua turgente, y eso está bien.

Me siento en la cama para ponerme los calcetines. Mi reflejo en el espejo del tocador es extraño. Recuerdo el momento en que dejé los antidepresivos y de pronto me vi en el espejo, cosa que había evitado casi un año atrás. Quién es esa señora, joder. Mi cara está más redonda, hay papada, que siempre hubo, pero coño, no tanta, estoy encorvada y tengo los hombros con formas redondeadas, que se supone que es lo que le gustaba a los hombres que miraban odaliscas en el XIX. Como si me importara a mí gustar a unos señores, y encima del XIX...

Decido sonreír al espejo, a ver qué tal. Me siento bastante estúpida, pero no es que sea eso una novedad tampoco. Termino de vestirme. No me apetece ponerme vaqueros, pero tampoco unos pantys. A ver si llega el calor y empieza la época de vestidos.

Me tiro en la cama y empiezo a escribir. Ahora me iré a pasear con dos perritas preciosas que me adoran y un compañero que también. Ojalá verme también como me ven mis amigues. Pienso: no seré tan lista cuando no soy capaz de ver todo esto, pero... Es que hablaron de conocerse a sí misma, no de aceptarse.